El Castil: historia y sus misterios

Fotografía de Isabel Pagán

Cuando Infinity inició su andadura dentro del mundo del misterio y el estudio de fenómenos anómalos, decidimos que sería en lugares con historia. Y así fue cuando nos topamos con este enclave, allá por diciembre de 2014, aprovechando una visita familiar en la provincia de Jaén.

Este lugar nos cautivó desde el minuto uno y nos hizo plantearnos muchas preguntas: ¿quién vivió allí?, ¿qué historia quería contarnos ese lugar? Y lo más extraño, ¿por qué estaba abandonado? Éstas, y muchas más, rondaban por nuestras cabezas.

Empezamos a buscar información del lugar y, al principio, nos llegaba de forma confusa. Historias que sonaban a leyendas y cuentos de abuelas, fenómenos sin explicación aparente, etc. Pero, a pesar de ello, no encontrábamos correlación alguna entre esas historias y los supuestos fenómenos.

Después de buscar y buscar, encontramos un pequeño hilo del que tirar. Durante estos años hemos ido recopilando información histórica y realizando visitas continuas al lugar, algunas veces para corroborar la información histórica y en otras ocasiones para realizar experimentaciones de TCI.

Fotografía de Isabel Pagán
Un viaje por la Historia

Si bien es cierto que El Castil es más conocido actualmente por sus misterios (o supuestos misterios) que por su historia, entendemos – y por eso este reportaje- debería ser al contrario. Porque la historia de este lugar, a lo largo de los siglos, es rica y, en ocasiones, muy relevante.

Aunque existen referencias históricas de El Castil ya por el siglo I d.c., cobra su mayor importancia a partir de mitad del siglo XIII debido a su situación estratégica, que era perfecta para las diferentes batallas que se libraron en la provincia.

Nos remontamos a 1246 después de un asedio de 8 meses por parte del rey Fernando III por la reconquista y que acababa con la rendición del primer rey nazarí del Reino de Granada (Ibn al-Aḥmar) y su posterior pacto de Jaén, donde fijaron así la frontera entre ambos reinos. Después del pacto, y por disposición del rey Fernando III, todos los castillos y torreones construidos por los nazaríes (entre ellos se encontraba El Castil), fueron aprovechados y transformados por los cristianos para emplearlos como zona de control por parte de la nobleza. Así nace la cortijada de El Castil. La mayoría de piedra del castillo se utilizó para la construcción de la casa principal y las sucesivas casas que acompañan esta cortijada.

En 1378 la riqueza de recursos era excelente y la nobleza lo sabía.  Así que aprovecharon que el arroyo Martin-Gordo pasaba por las inmediaciones de la cortijada (así lo refleja en sus documentos Pascual Madoz) para realizar la construcción de un molino hidráulico para las cosechas de cereal. También contaban con unas salinas y yeseras de donde extraían piedra caliza. Existen documentos donde hablan de la posibilidad de varias esculturas que se hayan en la Catedral de Jaén, estén realizadas con piedra caliza extraída en los terrenos de El Castil.

En 1410 el propietario de El Castil era el Regidor de Jaén, Rodrigo Rodríguez de Anaya. Pero poco le duraría la propiedad ya que en 1419 recibe una notificación por parte del Cabildo de Jaén apoyado por Toledo, haciéndole saber la expropiación del lugar y pasa a manos del Cabildo Catedralicio de Jaén, cuya intención con la propiedad es la de explotar sus recursos en régimen de arrendamiento.

El 6 de diciembre de 1430 Don Alfonso García de Úbeda hereda de su padre el arrendamiento del cortijo, con unas series de obligaciones que le impone el Cabildo de Jaén, como la reparación de las almeras de la torre en el plazo de 3 años, en la finalización de una casa en construcción la cual inicio su padre y la exigencia de la reparación de unas minas situadas cerca del castillo.

A principio del siglo XVI Bernardo Sandoval y Rojas, II marqués de Denia, regidor de la Casa de la reina Juana en Tordesillas (madre de Carlos V), consiguió privilegios por parte de la Corona y la Sede Apostólica. Por ello, su tercer hijo, Diego de Rojas y Sandoval, tenía el destino escrito para ocupar el deanato (máxima autoridad dentro del cabildo en ausencia del obispo) de la catedral de Jaén.

Dentro de los privilegios de ser deán de Jaén, Diego de Rojas y Sandoval, recibió por parte del cabildo catedralicio de Jaén las tierras de El Castil de la Peña, tierras que tenía arrendadas para la labranza a vecinos de la localidad de Torredelcampo. A la muerte de Diego de Rojas y Sandoval, el 8 de abril de 1587, cedió el usufructo del cortijo El Castil a su hijo Bernardo de Rojas.

El 30 de junio de 1590 Bernardo de Rojas decidió realizar dos donaciones sobre las tierras del Castil. Una parte del usufructo iría a su fiel criado, Diego de Villar. La otra parte del usufructo iría para su amante Isabel de Quesada.

Durante los tres siguientes siglos, la propiedad de El Castil va creciendo. En 1752 cuenta ya con una extensión de 130 fanegas (equivalente a 845.000 m²). Esta referencia es conocida gracias a que es el año cuando Cabildo Catedralicio de Jaén le arrenda las tierras a Don Miguel de la Peña.

Pero no siempre esta propiedad ha pertenecido a la Iglesia. A mediados del siglo XIX, debido a las desamortizaciones de Pascual Madoz (año 1855), despojan la titularidad de El Castil al Cabildo Catedralicio de Jaén, entregándolo a manos de particulares.

A principio del siglo XX existe una referencia histórica muy curiosa cuando en 1907, siendo titular de la propiedad de Don Juan Sánchez Mármol, tal y como describe un artículo de la época, es extorsionado por un bandolero el 19 de agosto. El famoso ladrón y bandolero apodado “El Pernales”, exigió al propietario la cantidad de 5.000 pesetas, una cifra esperpéntica para la época y, de la cual, Don Juan no disponía. Para suerte del propietario y de vecinos de la zona, “El Pernales” huyó de la zona ante la persecución de la Guardia Civil. Días después, en una publicación en el Diario de Reus del 28 de agosto, se cotizaba la cabeza del famoso bandolero en 25.000 pesetas. lo situaban en la zona de Torredelcampo (lugar donde se encuentra el Castil), realizando sus fechorías. Días después, el 31 de agosto, fue abatido por la Guardia Civil en la provincia de Albacete.

Poco se sabe que paso después. Una de las ultimas crónicas encontradas nos hablan del año 1932, concretamente La Gaceta de Madrid en su apartado de ejecuciones hipotecarias y su sucesivo embargo, El Castil sale nombrado en este periódico por formar parte colindante de una propiedad en vías de embargo.

Todo indica que después de la guerra civil, El Castil perdió todos sus grandes recursos y, tanto sus dueños como los demás habitantes del cortijo, tuvieron que trasladarse a núcleos urbanos con mayor comunicación y suministros.

Fotografía de Isabel Pagán
Mitos y leyendas

Durante estos últimos años, al igual que nosotros supimos de este lugar, muchas más personas han sabido también de él. Esto, en ocasiones, es un arma de doble filo, sobre todo cuando utilizamos el “me han dicho” o el “me han contado” como fuente de información.

Aunque es cierto que recientemente se han descubierto unas trincheras del ejército republicano muy próximas al enclave, no es ciento que en El Castil haya una fosa común de la Guerra Civil, o por lo menos no existe documentación sobre ello en los archivos de Memoria Histórica, los cuales fueron actualizados en abril del 2018.

Con respecto a la supuesta epidemia de fiebre amarilla, aunque es cierto que hubo puntos concretos de la geografía española afectados por esta enfermedad, la realidad es que fue una enfermedad de poco peso en España por diferente motivos. El principal es que el contagio de la fiebre amarilla no es de persona a persona, sino de mosquito a persona. Y ese mosquito necesita unas condiciones ambientales subtropicales como la alta temperatura y alta humedad. Estudios sanitarios consultados al respecto indican focos importantes en zonas urbanas y costeras como Cádiz, Sevilla o Málaga. No existieron focos en zonas rurales o de interior. Y este seria el caso de Jaén, que no se vio afectada por sus condiciones ambientales. Es más, si este hecho hubiera sido real, tendría tal importancia que estaría registrado en prensa histórica.

Y como estos dos ejemplos, hay muchos más, pero no entraremos a valorar porque carece de interés.

Fenómenos paranormales

Sobre los supuestos fenómenos que allí se describen, los hay abundantes y variados. Algunos tienen explicación y otros aún no se le han encontrado.

Es cierto que es un lugar que impone mucho más de noche. Pero, ¡cuidado!, la sugestión nos puede hacer malas pasadas. Debemos ser conscientes de que es un edificio en ruinas y no está exento de dilatación o contracción de los materiales del edificio.

Sobre la energía que allí desprende, como mareos, sensación de vómitos, etc., la respuesta es muy sencilla: fuerzas telúricas. Si recordáis, antes mencionamos que se construyó un molino hidráulico aprovechando el arroyo Martín-Gordo y, contando que hoy en día hay arroyos subterráneos, esa sería la posible causa de esos efectos.

Es cierto que a nosotros nos han ocurrido cosas, a las cuales, aún no hemos encontrado respuesta. Como por ejemplo el canto de una niña, o voces aparentemente provenientes del exterior (cosa extraña ya que cuando fuimos a cerciorarnos, no había nada ni nadie y es un lugar al que hay que acceder en coche). Con mucho tesón, durante estos años, hemos podido obtener algunos registros psicofónicos a los que no encontramos explicación ni correlación aparente con la historia recopilada. Actualmente, estamos a la espera de poder utilizar nuevas técnicas que nos puedan dar otros resultados en éste y otros lugares.

Está claro que en ese lugar hay algo. ¿El qué? No lo sabemos. ¿De dónde proviene? Tampoco lo sabemos. Pero lo que sí sabemos es que se puede tratar de cualquier cosa: fantasmas, otra dimensión, voces del pasado, psicoquinesis, etc. A día de hoy es difícil especificar, ya que son muchas las teorías y ninguna probada. De ahí a que se hagan las experimentaciones de campo, con las pocas herramientas con las que contamos, para intentar dilucidar explicaciones a dichos fenómenos. 

Pero recordar una cosa: no todo lo desconocido es paranormal, ni todo lo paranormal es conocido.

Bibliografía:

  • Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar
  • Los Rojas y Sandoval y el Deanato de la Catedral de Jaén en el siglo XVI. Francisco Martínez Gutierrez (Universidad de Granada)
  • ABC crónica de sucesos 22 de agosto 1907
  • Diario de Reus 26 de agosto 1907
  • Wikipedia
  • Gaceta de Madrid 2 de Agosto 1932
  • Patrimonio Eclesiástico del Obispado de Baeza-Jaén (siglo XIII-XVI)
  • Instituto Nacional de Estadística
  • Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico (Junta de Andalucía)  

Publicado el 14 de septiembre de 2018

Licencia de Creative Commons
Esta obra, cuyos autorores son Isabel Pagán y Enrique Soler de Infinity Investigación y Divulgación, está bajo una licencia de Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional de Creative Commons.

2 comentarios en “El Castil: historia y sus misterios”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.